La bandera de Clavijo Ayuntamiento de Clavijo 14 de octubre de 2022
HISTORIA

La bandera de Clavijo

Cuentan las crónicas que la Bandera de Clavijo, a la que se conoce también como «La Seña» o «La Enseña» fue portada en la Batalla de Clavijo en el año 844 por el alférez del Rey Ramiro I, Luis Osórez (señor de Villalobos), del cual descienden los Osorios (Marqueses de Astorga), en la contienda contra las tropas de Abderramán II en el término de Clavijo.

Osórez regresó a Astorga victorioso de la batalla con la bandera de la batalla de Clavijo que fue custodiada por sus descendientes, hasta que en el siglo XV fue cedida al municipio de Astorga con la condición expresa de que ésta fuese portada en procesión hasta la Catedral todos los años el día de la Asunción para que fuera recibida por el cabildo al que el marquesado debía abonar 60.000 maravedíes.

DesEn la actualidad se conservan algunos trozos originales de la Bandera de Clavijo, entre cristales, en una arqueta de madera forrada de terciopelo rojo, muy deteriorada, -que data de hace 250 años-, junto a documentos acreditativos. La bandera recibe los honores de Capitán General.
Descripción de la bandera: sobre fondo amarillo, dos lobos pasantes de color rojo. Rodeada de triángulos superpuestos, rojos y azules.

Tras dos siglos de no celebrarse, el Ayuntamiento de Astorga en colaboración con la Cámara de Comercio e Industria recuperó la tradicional procesión de «La Zuiza» el 19 de junio de 1994, acto al que acudieron varios vecinos de Clavijo (La Rioja), acompañando al alcalde José Antonio López Lumbreras, y a la primer teniente de alcalde Encarnación Albelda, por invitación del sacerdote riojano D. Jesús Nalda Bretón, antiguo párroco de Clavijo y residente por aquel entonces en el municipio astorgano.

La víspera, el alcalde-Presidente del Ayuntamiento de Astorga, Juan José Alonso Perandones, con dicho motivo redactó el siguiente bando:
«Hago saber: Por empeño de los gremios de la ciudad, así como de aquellos que despachan azumbres de vino en bodegas, ventas y mesones, va a salir en procesión, después de casi dos siglos de olvido, nuestra Seña o Bandera de Clavijo, la cual, como bien sabeís, como preciado tesoro que es, permanece desde el siglo decimoquinto a buen recaudo en una estancia del Corregimiento, dentro de una arqueta con tres cerrojos…»

«… Si batallas hubo valerosas, fueron las que libramos en el siglo nono contra los sarracenos; en ellas murieron los varones con la espada empuñada, y las mujeres y los niños en más de una ocasión hubieron de abandonar su solar querido y emigrar a las montañas que ventea el Atlántico. Y otro hubiere sido nuestro destino y el de Hispania entera, si aquél Osórez, valeroso y esforzado caballero, fiel alférez del rey Ramiro, con una espada en la mano diestra y en la siniestra la Enseña, no hubiera, guiado por el apóstol Santiago en su caballo blanco desde los cielos, no hubiese, digo, derrotado y hasta diezmado a la morisma en Clavijo. Dícese que quedó sembrado el campo de cuerpos yertos, y tanto era el resplandor que manaba desde el cielo que los caballos huían desbocados para despeñarse en el Finisterre. Oh, Vos, Osórez, señor de Villalobos y de Astorga, buen ceñidor de espada, cuán agradecidos también te estamos por haber librado al reino cristiano del tributo de las cien doncellas. Cuentan las crónicas que Abderramán el Califa lloró, lloró amargamente, no sólo por la total derrota sino por la orfandad de su harén».

«Es aquella Veneranda Seña, Enseña o Bandera de Clavijo, la que, en el decimoquinto, entregó el Marqués primero al Corregimiento de Astorga para su custodia. Y si bien los astorganos del siglo de los descubrimientos andaban quejosos porque aquel Alvaro Pérez Ossorio, al decir de Pérez de Guzmán «alto de cuerpo, feo e mal guarnido», nos dejaba sin el Estado Libre e imponía su Señorío, a pesar de tantas cuitas y saber que era un poco truhán, aquél Pérez Ossorio nos legaba su bien más preciado: La Seña de Clavijo, símbolo, repito, de la hazaña más valerosa que narrar nadie pueda de aquellos largos siglos de singular batalla contra el arábigo infiel».

«Como veis, astorganos queridos, son muchas las razones que os asisten para, después de casi dos siglos de silencio, volver a acompañar, con el recato debido, con la solemnidad necesaria, el tránsito o procesión de la Bandera de Clavijo desde la Plaza a la Catedral… Así lo hago saber a la vecindad este sábado, dieciocho de junio de mil novecientos noventa y cuatro, día de feria y de mercado».

La recuperación de «La Zuiza» o procesión de la bandera de Clavijo, significó el principio del hermanamiento entre el municipio riojano de Clavijo y el leonés de Astorga, culminado en sucesivas visitas de autoridades y vecinos a ambas localidades, año tras año.

El 3 de junio de 1996, el municipio de Astorga devolvió la visita a Clavijo (La Rioja) -acto que contó con la asistencia del Presidente de la Comunidad Autónoma de La Rioja, Pedro Sanz Alonso-, trayendo para la ocasión la arqueta con la bandera original de la Batalla de Clavijo, al mismo lugar en que fuera ondeada por el alférez del Rey Ramiro I, Luis Osórez, hacía 1.152 años.

La segunda visita que realizó la Veneranda Seña original a Clavijo fue con motivo de la celebración de la festividad del 23 de mayo de 1999, conmemoración de la Batalla de Clavijo, y se le hizo entrega al Ayuntamiento riojano de una réplica de la bandera, que se conserva en el Ayuntamiento y es sacada en procesión cada año.

«La Seña» volvió nuevamente a Clavijo el 23 de mayo de 2009, con motivo del 1.165 aniversario de la Batalla. La embajada astorgana compuesta por más de un centenar de personas iba encabezada por el Alcalde de Astorga, Juan José Alonso Perandones, y el presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Astorga, Leandro Simón González; 45 militares del Cuartel de Artillería «Santociles» al frente del coronel Javier Boixareu, y el coornel del Campo de Tiro, Juan Benavente. Por parte riojana asistieron a los actos el Consejero de Educación, Cultura y Deporte, Luis Alegre Galilea; el Alcalde de Clavijo, Fernando Porres Castillo, y el teniente coronel, Comandante Militar de La Rioja, Fernando García Vázquez.